Evaluación y Acreditación
Si bien acreditación y evaluación son nociones que guardan estrecha relación, en realidad se refieren a aspectos diferentes de ciertos procesos, de ahí que sean nociones complementarias. La evaluación es un proceso continuo, integral y participativo que permite identificar una problemática, analizarla y explicarla mediante información relevante. Como resultado, proporciona juicios de valor que sustentan la consecuente toma de decisiones. Con la evaluación se busca el mejoramiento de lo que se evalúa y se tiende a la acción. Por otra parte la acreditación es un procedimiento cuyo objetivo es confrontar el grado de acercamiento del objeto analizado con un conjunto de normas convencionalmente definidas por especialistas y órganos colegiados de reconocido prestigio académico, por ello, conduce necesariamente al reconocimiento público de que una institución o un programa educativo satisface determinados criterios de calidad y es, bajo estas normas, confiable. La evaluación y la acreditación no son fines en sí mismos, sino medios para promover el mejoramiento de la educación superior. Los procedimientos que suelen implementarse para alcanzar el fin contemplado por tal medio son: procesos de mejoramiento de la calidad, generación de información para la toma de decisiones, garantía pública de la calidad de las instituciones y los programas, o garantía de la equivalencia de los títulos y grados entre instituciones de uno o más países, mediante estándares compartidos de desempeño académico. El proceso de evaluación da lugar a un proceso de acreditación que ayuda a tomar decisiones sobre diversos asuntos e intereses educativos.